lunes, 9 de noviembre de 2009

Moraleja.

Las ideas se acaban, las horas avanzan, el tiempo terminas.

Me lamento por no haber comenzado antes, tomo mi cabeza con ambas manos, enciendo la tele, en buscas de ideas, me distraigo viendo la serie.

Ya es muy tarde.

Miro otros trabajos, todos completos, regreso al mío, me desespero.

No se que escribir.

Horas en blanco, la escritura no avanza, el reloj si.

1:45 A.m. entro a las 8:00 A.m. me resigno, ya no lo hice.

El sueño me gana, el cansancio es mas, me auto convenzo de que para la otra no me pasara. Que seré mas aplicada, constante, que cumpliré con las 24 entradas y no con las 16 que tengo.

Rutina.

Suena la alarma, haces que no escuchas, estiras el brazo, cinco minutos más.

Te levantas pensante, ordenas ideas, planificas tu día.

Levantas a los niños, los vistes, los peinas, les das de desayunar y los envías al colegio.

Cocinas, sacudes, ordenas, limpias.

Llega tu esposo, hablas con el, le sirves, se va.

Lavas, tiendes, planchas.

Llegan los niños, los acaricias, haces de madre, profesora hasta de psicóloga.

Gritas, vuelves a ordenar, cocinas, lavas platos.

Te sientas, vuelve tu marido, comes, conversas, comparten en familia.

Te acuestas, ves la tele, miras la ropa de la protagonista de la teleserie.

Te lamentas, te duermes,

Suena la alarma…

Posición equivocada

Ella jugaba tranquila, yo la miraba sonreír, tan inocente, pura, paradójicamente. Si supiera que es el resultado de mi inconciencia, de mi descontrol, de mi injustificada adolescencia, que su padre no es mi padre, como ella cree, que su mamá soy yo y no mi madre. Que llama por mamá a la persona equivocada, que no soy su hermana.

La miro crecer de la posición equivocada

Y aun que se que no fue lo mejor, que fui cobarde, que elegí el camino mas fácil, tu estas bien, ese es mi consuelo, ellos te dan lo que yo no podría, y quien sabe si en el futuro tengo el valor de hablar con la verdad, y afrontar mis miedos. Gritar que eres mía, que soy tu madre, que no le temo a nada y abrazarte.

Prohibida pasión.

Con los años creí jamás volver a sentir así, durante mucho tiempo bloqueé mis sentimientos hasta el punto de no llegar a sentir nada por nadie y por nada, era independiente emocional de todo objeto y persona, las muestras de cariños me parecían exageradas, inadecuadas, las rechazaba y me incomodaban. Por eso al conocerla sentí que mí estructurada vida giraba en sentido contrario, me burlaba de mi mismo.

Aun que ella no eras libre, nos envolvimos y dejamos llegar por la pasión de lo prohibido, era mía mientras duraban nuestros actos, después de eso, escondía mi deseo y la dejaba ir, esperando el nuevo encuentro. Pero lo mío iba mas haya de encuentros fortuitos y descontrol pasional, lo que yo sentía junto ella, era algo mas, era consuelo, compañía, unión, ella revivió con su cariño al hombre que solía ser, y que sin darme cuenta se había marchado.

Lo que vino después, no lo recordare, por que se que yo lo intente, y la ame, y si ella volviera la volvería amar, por que conocerla fue mi premio terrenal.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Aquella.

Ella siempre lo supo, estaba conciente de que lo de ellos era esporádico, que duraría hasta que aquella otra mujer apareciera, y así fue.

El siempre fue de aquella otra, sus pensamientos y emociones giraban hacia ella, era inevitable, y aunque lo intento jamás la dejo de amar.

Lo que esta nueva mujer le entrego solo fue una distracción, una compañía en sus noches de desvelos, una sonrisa ante el amenazante fluir de las lágrimas.

Y el día que ella menos espero, aquella otra mujer volvió, y se llevo aquel hombre que ella comenzaba a querer, sin previo aviso, todo sucedió, el se marcho y no se despidió.

Ella sola se quedo, ante un incipiente sentimiento que frente al transcurso primaveral se masifico. Y aun que sufrió por ello, no lo odio, no podía, lo que el significo, solo en eso quedo, que más podía hacer, era una ola, antes un mar de emociones pasadas.

domingo, 4 de octubre de 2009

Créeme mientras miento

Cuando se miente, se necesitan dos; el que miente y el que cree.

Y en esto hay dos culpables, yo que miento y tu que crees.

¿O será que quieres creer que no miento?

¿O será que yo quiero creer que me crees?

Mientras sigas creyendo que no miento, seguiré mintiendo

Y creyendo que me crees.

Hasta que de la verdad te enteres, y todo esto termine

Por yo creer que me crees y tú pensar que no miento.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Érase una vez

Érase una vez una niña que pensaba que su mundo era perfecto

Que en el todo se debía y se podía.

donde no existía lugar al que no pudiera llegar.

Que soñaba con el amor perfecto.

De esos donde se cabalga por los prados al son del cantar de los pájaros.

De esos donde al terminar el día y bajo la luz del crepúsculo se unen para siempre.

Érase una vez una niña, que soñaba con ser mayor.

Érase una vez una niña, que llego a ser mayor.

Érase una vez una niña, que no le gusto ser mayor.